Desde la ocupación japonesa, los coreanos lucharon para la independencia tanto en casa como en las afueras. El 1 de marzo de 1919 dio comienzo una protesta nacional que duraría dos meses. Yu Gwan-Sun era una joven estudiante que perdió a sus padres y a la mayor parte de su familia durante la manifestación tras ser ella misma quien les convenció para ir a participar y luchar contra el opresor. Ahora se siente culpable de su muerte, y siente más que nunca que el concepto de "libertad" se encuentra en sus manos. No sólo la suya, sino también la de todos los ciudadanos de Corea. (FILMAFFINITY)