En 1968, casi 200 costureras de la planta Ford de Dagenham, en Londres, organizaron una huelga para reivindicar la igualdad de salarios con respecto a los hombres. El resultado de la protesta, lideradas por Rita (Sally Hawkins), fue el logro por parte de un grupo de mujeres "normales" de algo extraordinario: la aprobación de la Equal Pay Act.