En la frontera mejicana, Eufemio encarna los sueños de venganza de los trabajadores contra su patrón, García, el propietario de una mina de plata. Éste cuenta con un pistolero a sueldo, Bill Douglas, que no tiene mayor problema de venderse al mejor postor. Cuando García está fuera, Eufemio se hace con el control de la mina y convence a Douglas para que se ponga de su lado. Juntos forman una banda que se dedica a robar bancos con lo que pueden ayudar a los más desfavorecidos. Sin embargo, un día García regresa.