Sung-Chan es un genio cocinero que tiene la convicción de que un plato sabroso es aquel preparado con amor; mientras que Bong-Ju es un hombre ambicioso dispuesto a utilizar todos los medios al alcance de sus manos para ser el mejor. Ambos trabajan en el prestigioso restaurante Woonamjeong, donde un día se realiza una competencia para elegir al cocinero que heredará el derecho de administración. Tanto Sung-Chan como Bong-Ju presentan ante el jurado las tareas asignadas. Sin embargo, al poco tiempo de probar el plato del primero, los jueces muestran síntomas de intoxicación. Así, Sung-Chan pierde la competencia frente a Bong-Ju, quien a la espalda de su rival muestra una sonrisa sospechosa insinuando que algo tuvo que ver en lo sucedido. Transcurren desde entonces cinco años. El círculo gastronómico se alborota ante el hallazgo del cuchillo que había pertenecido al más célebre cocinero de los tiempos, de la Dinastía Joseon. Y con el fin de encontrar al hombre digno de continuar la tradición culinaria de esa figura histórica, se organiza un concurso de cocina. Este certamen se convierte en el escenario de la revancha entre Bong-Ju y Sung-Chan.