Tras someterse a una cura de desintoxicación para dejar el alcohol, Marco, un maduro viajante de comercio, intenta cambiar el rumbo de su vida. Como parte del tratamiento, se le sugiere que elija un hobby, y él se decide por la pesca. Viaja entonces a Puerto Deseado porque es la temporada de pesca del tiburón, pero también porque su hija Ana vive allí y no sabe nada de ella desde hace años.