Faith Corvatch siempre fue una chica romántica. A los once años, durante una sesión de espiritismo, le fue revelado el nombre del que estaba destinado a ser el amor de su vida: ”Damon Bradley”, alguien de quien ella no había oído hablar nunca. Han pasado los años, Faith es ahora una atractiva mujer, tiene novio, trabajo fijo, un bonito piso, pero no ha olvidado aquel nombre. Diez días antes de casarse, recibe la llamada de un antiguo compañero de su novio que se disculpa por no poder asistir a la boda. El nombre de este viejo amigo es Damon Bradley.