La princesa Sophia Federica (Dietrich) es educada desde que es una niña para convertirse en una reina. Al llegar a la adolescencia se concierta y celebra su matrimonio con el Gran Duque de Rusia Pedro (Sam Jaffe), futuro zar y un hombre enfermo en cuerpo y alma. La emperatriz Elizabeth hace que Sophia cambie su nombre por el de Catalina, aprenda ruso inmediatamente y que nunca hable su antigua lengua. Además, deberá procrear un heredero que asegure la continuación de la dinastía. Pero las relaciones con el inestable Pedro no van bien...