Pablo, el hijo preferido de Mamá, viaja a París para tocar junto a unos amigos en un cabaret de poca monta. Las semanas pasan y nadie tiene noticias de él. La incertidumbre agrava el frágil estado de salud de su madre, por lo que sus hermanos, Jorge y Nora, deciden escribir cartas falsas y enviarle regalos, postergando el regreso. Para reforzar el simulacro, le piden a la novia de Pablo que continúe con sus visitas. Como Mamá la nota triste, le propone adelantar los preparativos de la boda, para apurar el regreso de Pablo. La ficción se ramifica involucrando a otros personajes, mientras la casa va siendo poco a poco desmantelada para afrontar las deudas que generan los envíos de París. Poco a poco el borde entre la ficción y la realidad se va desdibujando.