La vida de Henry (Dennis Hopper) cambia bruscamente con un llamado telefónico. Su hija ha matado a un hombre, y desesperada reclama su ayuda. Henry acude de inmediato y arregla todo para que parezca un accidente, eliminando todo rastro que pudiera incriminarlos. Pero siempre queda un cabo suelto. Alguien lo ha visto y comienza a extorsionarlo, una situación tan desesperante que lo obliga a recurrir a servicios de un asesino profesional (Michael Madsen), especialista en desaparecer cuerpos. Un nuevo error pondrá en peligro la vida de su hija y destrozará su propia existencia. Soborno, venganza y asesinatos en un atrapante thriller sobre una pesadilla que va aumentando de intensidad hasta ponerse fuera de control.