La paz de Verona se ve perturbada por la rivalidad existente entre dos nobles familias: los Montesco y los Capuleto, enemigos irreconciliables. Tienen contínuos enfrentamientos y, para evitarlos, el príncipe de Verona comunica a los jefes que las dos familias responderán con sus vidas si se producen nuevas luchas. En un baile, tiene lugar una fiesta en honor a Julieta.