Durante una excursión, a Rosalba, un ama de casa de Pescara, la deja olvidada su familia en un área de servicio. Ofendida, en lugar de esperar a que vengan a recogerla, sube a un coche que la lleva a Venecia. Lo que iba a ser un día libre se transforma en unas "pequeñas vacaciones" como ella cuenta en una carta a su familia. Su marido, enfurecido, para localizarla contrata como detective a un lector empedernido de novelas policíacas. Mientras, Rosalba ha comenzado una nueva vida.