Will (Ben Foster) es un soldado que ha pasado los últimos tiempos en hospitales del ejército, curando sus heridas de su tiempo pasado en la guerra de Iraq. Además, la chica que dejó atrás (Jena Malone) ha seguido con su vida, y ya no puede contar con ella. Así las cosas, su única oportunidad de empezar de nuevo está en trabajar con Tony (Woody Harrelson), un oficial que le enseña su nuevo trabajo como "mensajero": su dura misión es nada menos que informar a las familias de los soldados estadounidenses que acaban de morir en Irak.