Rebecca Ryan ha estado trabajando como agente encubierto de la División de Delincuencia Organizada (TOC) haciéndose pasar por un taxista, mientras investigaba la mafia en el sur de Londres. Cuando ella encuentra a su joven hija Lynn brutalmente asesinada, teme que su cobertura ya no este protegida, por lo que se vuelve rebelde y comienza una brutal campaña de venganza contra la gente que cree que mató a su hija. A medida que progresa en su revancha, las líneas entre el bien y el mal se difuminan, al igual que sus nociones de la justicia y la venganza.