Ryan, un delincuente de poca monta, acaba en prisión por una serie de estafas y atracos. Allí conoce a Jean, un antiguo campeón de boxeo, con el que descubre uno de los deportes más violentos: la lucha tailandesa, o Thäi box, y los valores morales que la caracterizan. Una vez libre, se va a Tailandia, donde descubre que el campo de entrenamiento del que le había hablado Jean no admite extranjeros. Su primer combate será que lo acepten en el campo pasando por todo tipo de humillaciones. Su segundo combate consistirá en probar que a fuerza de trabajo y voluntad se puede llegar a ser campeón de boxeo y hombre de verdad.