En Alaska, Paul Barnell es propietario de una agencia de viajes, el hombre pasa por una situación personal complicada ya que su mujer, Margaret, sufre de una enfermedad degenerativa. Paul decide utilizar un cadáver que aparece en un basurero cerca de su oficina para intentar cobrar la póliza del seguro de vida de su hermano para así, poder mudarse con su esposa a un lugar más cálido.