Clara (Celeste Cid) es una chica sin suerte. Sus días transcurren en el encierro rutinario de un call center, mientras sueña con una vida mejor en alguna otra parte. En su compulsiva búsqueda de una relación sentimental mínimamente afortunada, inicia un romance poco feliz con Axel, pero pronto es victima de una traición y tiene que dejar el departamento que comparte con su ahora ex – amiga, aún sin tener adónde ir. Repentinamente aparece en su vida un misterioso hombre, bastante mayor que ella (a quien bautizará como “Teo”) (Jorge Marrale) que le ofrece asilo en su casa. Juntos establecen un “Código de convivencia” con una regla fundamental: No enamorarse. Clara entiende que eso la resultará necesariamente fácil, ya que Teo es el hombre más improbable para ella, alguien en quien nunca se fijaría. Pero, bien se sabe que “nunca” es a veces una palabra fácil de pronunciar y difícil de sostener. Teio está empeñado en olvidar su pasado. Clara, desesperada por inventarse un futuro. Lo que ninguno de los dos imagina es que quizá tengan más cosas en común de lo que suponen y, cada uno en el otro, la posibilidad de un presente único que podría echar por tierra todos los Motivos para no enamorarse que habían creído construir.