Filip Mosz descubre gracias a una súper 8 los poderes de las grabaciones cinematográficas. Destinada a grabar los primeros pasos de su bebé, la cámara se convierte en herramienta de exploración del mundo: fábricas, obreros, ciudades, poblaciones, recuerdos, relaciones de poder y trabajo. A medida que Filip encuentra nuevos temas protagonistas el mundo cambia y se revela mientras huye. Su mujer se aleja de él, su relación con su jefe empeora, aparecen rupturas, su vida íntima y colectiva son más inseguras como si el cine influyera sobre lo real.