Criminal legendario. Homosexual orgulloso. Estrella de cabaret. Amante apasionado. Asesino. Padre devoto de siete hijos adoptados. ¿Ángel o diablo? Madame Sata. Nacido de esclavos en las áridas tierras del norte de Brasil y vendido por su madre con tan sólo siete años, ejerció su libertad por las calles de Lapa, Río de Janeiro. Negro, 1,82 metros de altura, 90 kilos de músculo metidos en una camisa de seda y unos pantalones ajustados y con una navaja en el bolsillo de atrás.
El extraordinario retrato de los triunfos y la tragedia de este explosivo y paradójico personaje hecho por Karim ainouz se abre en contra del trasfondo vibrante y sórdido de Lapa, un apiñado mundo de chulos, putas, navajazos, maricas ya rtistas, de oscuros bares y burdeles llenos de humo, empapados de perfume dulce y barato. Un mundo repasado a través de la violencia y el deseo, donde los sueños desesperados brotan de la pobreza y la miseria.