La historia de Archibaldo De La Cruz es la de un aspirante a asesino en serie un poco gafe, que siendo niño descubre que erotismo y muerte pueden ir muy íntimamente unidos al contemplar los rotundos muslos de su institutriz asesinada accidentalmente por una bala revolucionaria. No ceja en sus deseos de asesinar a un amonja incoriante, a su adúltera esposa o a una conquista poco recatada. Pero todas acaban muriendo siempre porque alguien se le adelanta en el momento de convertirse enbrazo ejecutor, frustrando su voluntad criminal hasta el punto que se desahoga incinerando un maniquí.