En dura competencia contra la popular televisión, el cine de Hollywood realizó durante los años cincuenta y sesenta numerosas superproducciones que aprovechaban la espectacularidad del cinemascope para volver a atraer a la gente a las salas de cine. Las historias religiosas fueron un género que encontraron una buena cabida en el intento. "La Biblia" es una de las películas realizadas bajo este patrón; una cuidada y larga revisión de varios de los más famosos pasajes del antiguo testamento, sazonada con un reparto cuajado de estrellas a las órdenes del enérgico Huston.