Para Fabrizio Aguilar, de 30 años, Paloma de Papel es un proyecto impactante, creado en 1998, que le sirve para confrontar el tema del terrorismo, un fenómeno que arrasa su país desde hace una década. El filme se acerca, desde el punto de vista de un niño, al conflicto interno que azota el territorio andino. Sin ser melodramático, trata de narrar como ficción la dura realidad de la vida de los campesinos peruanos de las zonas rurales y su ambigua relación con el Estado; mientras que contrapone lo que puede ser un retrato más cercano de lo que el grupo Sendero Luminoso pudo ser