Un hombre llamado Adam se despierta encadenado a un tubo oxidado dentro de una decrépita cámara subterránea. A su lado, se encuentra otra persona encadenada, el Dr. Lawrence Gordon. Entre ellos hay un hombre muerto con un revolver calibre 38 en su mano. Ninguno de los dos saben porque están allí, solo poseen un casete con instrucciones que dice que el Dr. Gordon debe matar a Adam en ocho horas. Si falla, ambos morirán, junto a la esposa del Dr. y su hija. Recordando una investigación de asesinato llevada a cabo por un detective llamado Tapp, el Dr. Gordon descubre que él y Adam están siendo victimas de un psicópata conocido como Jigsaw. Solo les quedan unas horas para desenredar el complicado rompecabezas en el que están inmersos. El asesino le ha dejado solo unas pistas y dos sierras de mano, demasiados débiles para cortar la cadena que los ata, pero demasiado fuertes para cortar carne y huesos