Ken Jorgerson, su mujer y su hija Molly pasan unas vacaciones en una bella isla, donde él había trabajado veinte años antes como socorrista. Allí, se encuentra con Silvia, una antigua novia, que está casada con un hombre al que no quiere y que tiene un hijo adolescente. La antigua pasión renace de sus cenizas y, al mismo tiempo, los hijos de ambos también se enamoran.