Los músicos Viruta y Capulina quedan desempleados al ser embargada su carpa y se emplean como bailarines y sacaborrachos de cabaret, además recogen a la hija de la vedette Amparo, que la deja por pobre, y la llaman Pepita. Son despedidos por no poder impedir una pelea. Luego se emplean como maestros de patinaje, pero hacen caer a todos y se emplean en el garito donde trabaja Amparo pero también los echan porque Capulina besa a una clienta. Entonces compran un billete de lotería y ganan un premio con el que hacen quebrar el garito, ganan el cabaret y hacen que el antiguo dueño trabaje como mesero. Amparo recupera a su hija y sigue como vedette.