Tras su despido, las amigas Hanna (Silvia Navarro) y Amanda, deciden depositar el dinero de su liquidación a una sola cuenta. Hanna, quien tiene que realizar dicha operación, también se ha quedado al cuidado de Gaspar, el hijo de Amanda; pero, debido una distracción, el dinero es depositado a una cuenta equivocada. El dinero que también estaba destinado para su boda, con un joven (Plutarco Haza) que al parecer no la quiere demasiado, ha terminado en la cuenta de Edgar (Alan Estrada), un aspirante a escritor, quien resulta tener el mismo problema que ella: la infidelidad. Hanna empieza a cazarlo para obtener la devolución de su dinero en una trama que se enreda cada vez más.