Tras perder a su madre y a su padre en un trágico accidente, la joven Abby Snow (Hinson) y su hermano pequeño Ethan (Coleman) encuentran un nuevo hogar con Eve (Harmon) y Raymond Goode (Gretsch).
Sin embargo, al trasladarse a la mansión de sus padres adoptivos, lejos de cualquier lugar, los hermanos llegan a la espantosa conclusión de que los Goode no son exactamente lo que aparentan, y los sueños de amor y seguridad de los hermanos Snow se convierten en una pesadilla real de crueldad, odio y terror.