Esta cinta es el capítulo piloto -de más de hora y media de duración- de la serie Flash (1990). En muchos países fue editada como una película para video por su carácter autoconclusivo y su nivel de producción bastante superior a las viejas series de superhéroes, y la movida de películas de superhéroes cada vez más rentable (en esos años salieron películas de Batman, Capitán América, Meteorman, Punisher, Los 4 fantásticos, entre otras).
John Wesley Shipp interpreta a un modesto químico de un laboratorio oficial, cuyo padre y abuelo son policías. Durante un accidente, él sufre una mutación prodigiosa, por la cual ahora toma la identidad de Flash, un ser increíblemente veloz. Sus nuevas capacidades serán muy apreciadas en Central City, a la hora de luchar contra una banda de punks motociclistas que se dedican al crimen y al vicio abyecto.