Tras cumplir cinco años de condena en prisión, Manny vuelve a Reno, donde obtiene un trabajo, como camarero, en el hotel El Cortez. Pero su amigo Popcorn, un buscador de oro, le convence para participar en una operación delictiva, que sale mal. Sin comerlo ni beberlo, Manny se verá implicado en un triple asesinato.