La propia naturaleza del amor convierte este sentimiento en algo, ya de por si, complicado. Pero ¿qué ocurre con las personas que, además, no pueden ver? Peter es profesor de música en un colegio para niños ciegos. Su desbordante imaginación construye un universo particular, junto a su mujer, en su diminuto apartamento. Elena está casada con Maco. Ambos son ciegos y están esperando un hijo. Miro es gitano y debe luchar por conseguir la aprobación de los padres de su novia Monika. Zuzka tiene catorce años y, para ella, internet es el lugar perfecto para conocer chicos. Los cuatro nos enseñan cómo se ama cuando no se ve.