Para los amantes de la ciencia-ficción, ésta es toda una rareza: mezcla de propaganda política con fantasía a lo Mélies, se inicia con la obsesión de un científico moscovita por Aelita, la bella reina de Marte. Decidido a descubrir si su amor imposible en verdad existe, el hombre construye una nave espacial y llega a Marte. Lo insólito ocurre después, cuando él y sus compañeros deciden iniciar la Revolución en el planeta rojo. Un clásico de culto.