Cuando un bebé aparece a las puertas de Whit’s End, ¡el lugar se convierte en una conmoción de comida regada, pañales sucios y marionetas hechas con calcetines!
Eugenio quiere estudiar el comportamiento del niño en nombre de la «ciencia».
Y Dylan y Connie sólo pueden reírse de los cómicos intentos de Eugene por cuidar al bebé.