La reserva del Pacaya-Samiria, cuenca con una de las faunas y floras más plurales del planeta es una "Selva de espejos" que refleja en su superficie inundable nada más que el cielo estrellado y los pajarracos exóticos que los ornitólogos clasifican con una rigurosidad respetada por el periodista. La contemplación se impone sobre la acción aunque ésta no deja de ser perseguida. Hoy que los especiales sobre escenas violentas de la naturaleza están de moda y se venden a domicilio por Interwood, los documentales de Pantel pueden parecer un tanto planos (Alejandro contaba cuántas horas esperó infructuosamente que un águila atacara a un perezoso aunque, claro, él no tiene los recursos del National Geographic que filma en una generosí­sima proporción de 100 a 1) pero en compensación está la información ilustrada y la espléndida diversidad de pelambres y plumajes prendidos en las ramas. Que siga en la trocha.