Jakers!... El cerdito Piggley y sus inseparables amigos Dannan, la patita; Ferny, el toro, y Wiley, la oveja. Eternamente jóvenes La famosa serie reconocida con varios premios Emmy por su calidad en la animación infantil, presenta una equilibrada forma de narrar historias con pasajes cómicos a la vez que ilustra valores como la familia y la amistad. Todo esto sucede mientras las memorias del abuelo Piggley viajan a la granja irlandesa donde creció en la década de 1950. El viejo Piggley relata a sus nietos las vivencias, que en la mayoría de los casos fueron travesuras, que compartió con Dannan y Ferny, para mostrarle a los pequeños cómo ser mejores personas, cómo resolver problemas que parecen complicados y hasta cómo disfrutar de una buena historia al aire libre en lugar de pasar varias horas con los videojuegos. Las historias muestran al travieso Piggley de ocho años, un cerdito dispuesto a todo con tal de salirse con la suya; la inteligente Dannan y el temeroso Ferny, quienes aportan un poco de su personalidad a cada aventura, en las que al final descubrirán a manera de moraleja, que los problemas se pueden evitar cuando se dice la verdad o lo fácil que es alcanzar metas comunes cuando se trabaja en equipo. Inquietos e inmersos en un mundo moderno, los nietos de Piggley acuden al abuelo cuando las cosas no salen como ellos quisieran y siempre encontrarán, a través de un buen relato que siempre comienza con la clásica frase "No recuerdo si ya les conté aquella historia…", una respuesta a sus inquietudes y una lección, pero sobre todo, un buen motivo para disfrutar la compañía de la familia. Mel Brooks le imprime un toque muy especial a la serie al prestar su voz a la oveja Wiley, líder del rebaño que siempre está organizando al resto de sus compañeras para alcanzar su sueños de ser un gran actor o incluso un buen director.