Tras la encarnizada batalla contra Sinh que llevó al mundo de Spira a la libertad espiritual y religiosa, y que acabó con la prohibición de las máquines a partir de la eliminación de la Iglesia de Yevon, Tidus descubre que el murio junto a su pueblo, al igual que Auron, por lo cual desaparce al final de FFX, pero después de los créditos aparece una escena en la que Tidus sale nadando... Han pasado dos año y Yuna, la invocadora que liberó Spira y que ahora se ha convertido en una cazadora de esferas, sigue sufriendo por que Tidus desapareció, Yuna recibe un esfera con imágenes de éste que pueden delatar donde se encuentra, por lo que junto con dos amigas, emprende el viaje en su busca de más información, ante la inminente amenaza que presagian sus sueños de muerte. En esta secuela podemos volver a ver a los personajes de FFX, (Wakka, Lulu, etc.) pero como personajes secundarios, ya que la historia gira alrededor de Yuna y sus dos compañeras (Rikku y Paine, esta ultima nueva en la historia) acompañadas de un grupo de Al bed.